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martes, 4 de septiembre de 2018

MISTERIOS LUMINOSOS




EN EL PRIMER MISTERIO LUMINOSO SE CONTEMPLA EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL JORDÁN 

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia Él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi preferido"". (Mc 1, 9-11)

Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo se manifestó en la realidad de nuestra carne; concédenos poder transformarnos interiormente a imagen de aquel que hemos conocido semejante a nosotros en su humanidad.
Por Jesucristo nuestro Señor.   
Todos:     Amén.

Ofrecemos este misterio por los jóvenes:
Para que siguiendo el ejemplo de entrega generosa de Santa María, tengan el valor de seguir el llamado del Señor en sus vidas y den todas sus energías para construir un mundo más justo y reconciliado donde se viva sin temor el espíritu de las Bienaventuranzas del Reino.
Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria al Padre y jaculatorias:

Padrenuestro
V: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
R: Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

     Ave María de la Llama de Amor 
V: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

Gloria
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias:
V: Corazón doloroso e Inmaculado de María. 
R: Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti. 

V: Madre de Dios y madre nuestra, ¡sálvanos!
R: Por la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón.

V: ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados,  
R: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.  

V: ¡Jesús te amo!  
R: A través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.


EN EL SEGUNDO MISTERIO LUMINOSO SE CONTEMPLA: LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ 

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino". Jesús le contestó: "Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? Aún no ha llegado mi hora". Su Madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que Él diga". Así, en Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en Él". (Jn 2, 3-5.11)

      Señor, Padre Santo, que, por admirable designio, quisiste que la Virgen santa interviniera en los misterios de nuestra salvación; concédenos te rogamos, que dóciles a las palabras de la misma Madre de Cristo, hagamos todo lo que tu Hijo enseñó y ordenó en su Evangelio.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Todos:   Amén.

Ofrecemos este misterio por las familias cristianas: Para que como verdaderas iglesias domésticas, sean auténticos santuarios donde se viva la fe, la esperanza y la caridad; donde florezca la fidelidad, la obediencia filial, y el amor mutuo; donde se defienda y promueva la vida.

Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria al Padre y jaculatorias:


Padrenuestro
V: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
R: Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

     Ave María de la Llama de Amor 
V: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

Gloria
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias:
V: Corazón doloroso e Inmaculado de María. 
R: Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti. 

V: Madre de Dios y madre nuestra, ¡sálvanos!
R: Por la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón.

V: ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados,  
R: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.  

V: ¡Jesús te amo!  
R: A través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.


EN EL TERCER MISTERIO LUMINOSO SE CONTEMPLA EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS INVITANDO A LA CONVERSIÓN 

Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, a predicar la buena noticia del Reino de Dios. Decía: "El tiempo ha llegado y el reino de Dios ya está cerca. Convertíos y creed en el Evangelio"". (Mc 1,14-15)

Señor Dios nuestro, que, en la Bienaventurada Virgen María, nos diste el modelo del discípulo que fielmente guarda las palabras de vida; te rogamos que abras nuestros corazones para escuchar las palabras de la salvación, y así, por el poder del Espíritu Santo, resuenen a diario en nosotros y produzcan abundantes frutos de conversión y santidad.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos:    Amén.

O
frecemos este misterio por nuestros países:
Para que Nuestra Señora de la Evangelización, Madre y protectora de nuestro pueblo, al que ha acompañado a través de su historia como su Maestra en la fe, interceda por nosotros y nos ayude a construir en nuestra patria, la ansiada civilización del amor.


Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria al Padre y jaculatorias:


Padrenuestro
V: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
R: Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

     Ave María de la Llama de Amor 
V: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)


Gloria
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias:
V: Corazón doloroso e Inmaculado de María. 
R: Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti. 

V: Madre de Dios y madre nuestra, ¡sálvanos!
R: Por la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón.

V: ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados,  
R: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.  

V: ¡Jesús te amo!  
R: A través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.





EN EL CUARTO MISTERIO LUMINOSO SE CONTEMPLA LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR EN EL MONTE TABOR 

Y sucedió que, mientras Jesús estaba orando, cambió el aspecto de su rostro, y su ropa se volvió de una blancura resplandeciente...De la nube salió una voz, que dijo: "Éste es mi Hijo amado, mi elegido. Escuchadle a Él"". (Lc 9, 29.35)

Oh Dios, que en la Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos; concédenos, te rogamos que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos:   Amén.

Ofrecemos este misterio por todos los consagrados: Para que viviendo su consagración religiosa, por la fiel observancia de sus reglas y constituciones, vivan con firmeza y constancia la caridad perfecta para con Dios, para con la Iglesia y para con el prójimo.

Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria al Padre y jaculatorias:

Padrenuestro
V: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
R: Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

     Ave María de la Llama de Amor 
V: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

Gloria
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias:
V: Corazón doloroso e Inmaculado de María. 
R: Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti. 

V: Madre de Dios y madre nuestra, ¡sálvanos!
R: Por la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón.

V: ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados,  
R: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.  

V: ¡Jesús te amo!  
R: A través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.


EN EL QUINTO MISTERIO LUMINOSO SE CONTEMPLA   LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA

Durante la cena, Jesús tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo. "Tomad y comed, esto es mi cuerpo". Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias a Dios y lo pasó a sus discípulos, diciendo: "Bebed todos de ella, porque esto es mi sangre"". (Mt 26, 26-27) 

Oh, Dios, que en la Santa Eucaristía nos dejaste el memorial de tu pasión; te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Todos:    Amén. 

Ofrecemos este misterio por los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales:

Para que la vida de los sacerdotes sea una vida santa y para que en nuestra Diócesis  siempre haya corazones jóvenes que estén dispuestos a seguir el llamado del Señor en el servicio sacerdotal.

Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías, un Gloria al Padre y jaculatorias:

Padrenuestro
V: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad en la tierra como en el cielo. 
R: Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

     Ave María de la Llama de Amor 
V: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. 
R: Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (10 veces)

Gloria
V: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R: Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatorias:
V: Corazón doloroso e Inmaculado de María. 
R: Ruega por nosotros que nos refugiamos en ti. 

V: Madre de Dios y madre nuestra, ¡sálvanos!
R: Por la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón.

V: ¡Oh Jesús mío!, perdona nuestros pecados,  
R: líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.  

V: ¡Jesús te amo!  
R: A través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.



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